20 julio 2007

Vigorexia ¿salud o enfermedad?

Vigorexia, una conducta adictiva

La vigorexia es un problema mental que conduce a la obsesión por hacer ejercicio



Fotos: Especial

La vigorexia, un cuadro obsesivo y compulsivo generado por la falta de autoestima y una dignidad deficiente.

Entre más avanzado se encuentra este problema, el enfermo abandona sus actividades sociales para ocuparlas en el gimnasio.

Ejercicio exagerado
- El 99 por ciento de los que padecen vigorexia son varones
- En España existen alrededor de 20.000 vigoréxicos
- La edad afectada oscila entre los 17 y 35 años y que se registra especialmente en la población de clase media y media alta.

Por Mauricio Velázquez*

Si bien el ejercicio físico es parte fundamental para la salud integral; por el beneficio que este genera a la salud física y mental ya que previene enfermedades y ayuda a manejar desórdenes mentales como el estrés, ansiedad o depresión, el exceso del mismo, como todos lo extremos, perjudica fuertemente a la salud.

El pensamiento postmoderno ha generado distintos tipos de excesos como el culto y cuidado del cuerpo humano por vanidad y no tanto por salud. Finalmente, estos excesos se han convertido desordenes alimenticios o en conductas adictivas y compulsivas, entre las cuales destacan la anorexia, la ortorexia y desde luego la vigorexia. A pesar de que última no es considerada como un trastorno alimenticio, lleva una relación estrechamente ligada a este.

La vigorexia es un problema mental que conduce a la obsesión por hacer ejercicio y lograr un cuerpo musculoso de manera frenética, a tal grado de exigir al máximo a su organismo sin importar las consecuencias. Adicionalmente a esto, quienes la padecen se someten a dietas rigurosas ricas en proteínas, carbohidratos y bajas en grasas como la carne blanca, dándole demasiada importancia a los anabolizantes y a los productos dopantes, dejando de comer otros alimentos como carne roja, algunas harinas y grasas en general, llevando así un dieta totalmente desequilibrada.

Entre más avanzado se encuentra este problema, el enfermo abandona sus actividades sociales para ocuparlas en el gimnasio y en el ejercicio de cualquier tipo, su carácter es muy voluble a tal grado de sentirse ofendido si alguien trata de corregirlo, tiene baja autoestima, le cuesta trabajo seguir con sus actividades laborales, rechaza su imagen corporal, se mira constantemente al espejo, toca sus músculos, hace comparaciones con otras personas y se pesa varias veces al día.

Todo esto trae como consecuencia problemas metabólicos por la deficiente dieta, problemas orgánicos y lesiones físicas por la escasa producción de endorfinas para controlar el dolor, que los lleva a ingerir hormonas y anabolizantes generando problemas como la masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides, retención de líquidos, y esterilidad.

En conclusión, la vigorexia podría definirse como un cuadro obsesivo y compulsivo generado por la falta de autoestima y una dignidad deficiente. El no cumplir las meta de ser musculoso; sin tomar en cuenta que el valor de una persona por lo que es, hace que el vigoréxico se vea mal ante sí mismos y por consiguiente ante los demás. Los tratamientos para dar cura a esta enfermedad requieren de atención especializada como nutriólogos, psicólogos, médicos y desde luego el apoyo de la familia y amigos para poder integrar a la persona de nuevo a una realidad, y lograr corregir sus conducta.

* Mauricio Velázquez estudia Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. E-mail: A00889814@itesm.mx

2 comentarios:

Tino Sam dijo...

Que interesante. No sabia que algo asi existiera.

Anónimo dijo...

nada nada la vigorexia no existe es un invento por los gordos embidiosos para que las personas saludables dejen de ejercitarse y se vuelvan gordos como ellos