06 julio 2007

¿Vocación o Deber?

Los periodistas en México viven en constante amenaza

México, sólo después de Irak, es el segundo país del mundo más peligroso para ejercer el periodismo




Foto: Especial

Desde la creación de la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos contra Periodistas en febrero del 2006 y hasta la fecha se han tramitado 157 denuncias.

Denuncias:
- 65 por amenazas
- 11 por lesiones
- 10 por privación ilegal de la libertad
- 8 por daños a propiedad ajena, entre otras

Por Mauricio Velázquez *

Considerada como una de las profesiones más antiguas e importantes del mundo, el periodismo se ha convertido en el cuarto poder de los países democráticos después de los tan conocidos ejecutivo, legislativo y judicial. A su vez a fluctuado como mediador social, como vocero y representante de la opinión pública y como defensor y voz de aquellos que muchas veces no pueden o no tienen palabra. Además es un medio de información, de denuncia y de colaboración para la sociedad y el gobierno.

Pero lamentablemente el periodismo no sólo es eso, también se ha convertido en una de las profesiones más peligrosas de ejercer en el mundo y no por el peligro que representa el terreno de la noticia, sino por las condiciones laborales, las consecuencias y efectos de las investigaciones e información publicadas por los periodistas relacionadas, principalmente, a la denuncia del crimen organizado y la corrupción de los mandos políticos. De igual manera, el periodismo es un componente fundamental de la vida contemporánea, del desarrollo social, económico y político de todos los países, hasta el grado de no entender el desarrollo de un país, como el nuestro, sin la intervención del mismo.

Sin embargo, son los líderes del crimen organizado y las autoridades corruptas que se ven descubiertas en la ilegalidad de sus actos y ofendidas por la legalidad de la libertad de expresión de un periodista, los encargados de convertir esta profesión en un verdadero peligro para todos aquellos que la ejercen o simplemente se relacionan con ella, atentando contra la vida de los reporteros y periodistas e incluso contra los familiares de los mismos.

Lo anterior ha llevado a México a ocupar el segundo lugar del país más peligroso del mundo para ejercer esta profesión, sólo después de Irak. Estos datos que fueron expuestos en el informe del 2006 de la Organización Reporteros sin Fronteras, arrojaron cifras de una decena de periodistas asesinados y tres desaparecidos durante ese año en nuestro país, a pesar de que el 15 de febrero del mismo año, el gobierno federal creó la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos contra Periodistas con la intención de proteger e investigar los delitos cometidos contra éstos, y que por cierto, no sirvió de mucho pues reinó la impunidad en la mayoría de los casos.

Mientras tanto y a pesar de que ya cumplió un año de funciones esta Fiscalía, Amado Ramírez y Saúl Martínez, periodistas nacionales, fueron asesinados en nuestro país y dos más están desaparecidos sólo en lo que va del presente año.
Al ver estas cifras lo menos que podemos esperar son resultados halagadores para la FEADP y mucho menos para los periodistas, pero sí podemos exigir, mientras tanto, a nuestras autoridades para que no escatimen esfuerzos en la protección de la libertad de expresión y en erradicar el crimen organizado de nuestro país, pues ya se ha convertido en un verdadero cáncer social.

* Mauricio Velázquez estudia la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. E-mail: A00889814@itesm.mx

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