06 julio 2007

Cine Club: De la pantalla a la vida real



Foto: Especial

Un Cine Club no es solamente un lugar destinado a la exposición de películas sino que cuenta con la compañía de personas que comparten el amor por el cine.

Por Mónica Soto*

Una gran pantalla, una butaca cómoda, un balde de palomitas y miles de efectos especiales son la perfecta representación de una visita al cine. Todo cambia cuando te encuentras en una sala austera pero con una película que tiene como fin último mostrarte una nueva cultura, un paisaje desconocido o una manera diferente de ver la vida.

Un Cine Club no es solamente un lugar destinado a la exposición de películas de acuerdo a un tema, país, director o género en turno, sino que cuenta con la compañía de personas que comparten el amor por el cine. Contrario a lo que la mayoría piensa, estas reuniones suelen estar llenas de datos curiosos, experiencias y platicas sobre el contexto histórico y cultural que rodea a cada autor.

El surgimiento de cinéfilos ha aumentado a partir de la difusión otorgada a cada exposición cinematográfica. Entender que un movimiento cultural e incluso un hecho histórico pueden ser el detonante de un nuevo estilo en la realización de las películas, tiene como resultado involucrarnos más en el trasfondo que envuelve a cada obra de arte.

Desde animación japonesa hasta dramáticas exposiciones danesas nos llevan a una mayor comprensión de la vida y del alma. Las aportaciones que nos otorgan cada una de las exposiciones y conversaciones, son sin duda beneficios que aplicados a la cotidianidad de nuestros días nos encausan a la reflexión.

Es necesaria la apertura de centros destinados al arte y a la exposición de obras cinematográficas, aunque resulta más indispensable la curiosidad por parte de los asistentes de conocer nuevos escenarios y elementos artísticos.

Hoy en día comienza a cambiar la visión sobre lo que representa un Cine Club, ya no se define como un lugar alternativo y exclusivo, ahora es el recinto adecuado para tener acceso a películas de otros países y estilos que no se comercializan de manera fácil y que de no ser por estos nuevos espacios no habría manera de acceder a ellas.

Es importante comenzar a experimentar en estos espacios abiertos para aquellos quienes buscamos descubrir lo que el mundo nos ofrece, pues al final resulta cierta la afirmación: de cinéfilos y curiosos todos tenemos un poco.

Mónica Soto estudia la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en el ITESM-CQ. E-mail: A00565615@itesm.mx

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