26 agosto 2006

El último momento


Juan Carlos Godoy*
Columna

Foto: Gettyimages

Hoy por casualidad fuiste al autoservicio, y digo por casualidad, porque no lo sueles hacer en domingo, y mucho menos por la noche, pero hoy tu mascota se quedó sin alimento, y como todo lo dejaste hasta el final, sales de casa, caminas a tu auto, conduces en dirección al autoservicio. Pero, ¡oh sorpresa!, no encuentras estacionamiento. Recorres y recorres las filas y nada. Parece como la inauguración de la tienda, pero no; imaginas que están regalando televisores o… botanas, pero, creo que no. Mejor decides ir a dejar el coche a tu casa y salir a pie. Probablemente pierdas menos tiempo.
Llegas a la entrada, las puertas se abren y a la par se abre el caos: mujeres gritando a los niños, niños corriendo de sus madres, padres sin apuro, padres dando alguna nalgada o vociferando amargamente por la demanda de los productos. Te detienes y por un momento dudas si entrar o salir corriendo, pero pasa por tu cabeza el recuerdo de aquel cachorro con hambre que no ha podido probar bocado porque se te olvidó comprar a tiempo su comida. Te atormentas y decides convertirte en un guerrero por llegar al departamento de mascotas. Lo logras y tomas el alimento indicado por el veterinario. Intentas salir del pasillo de los alimentos, y por poco eres atropellado por un maniático y veloz infante que recorre, como si nunca hubiese salido de su casa, los pasillos de la tienda. Una señora te golpea por atrás porque no avanzas rápido, pero estás en una cola de más de 10 metros cuyo fin es la caja. No puede ser, te preparas para esperar al menos una hora porque todos los carritos delante de ti están llenos de a)útiles escolares, b)uniformes escolares, c)materia prima para “lunches” escolares (pan, jamón, queso, leche, jugos, cereal, etc.), o d) golosinas escolares. La mayoría lleva eso, uno que otro por ahí lleva una bolsa de alimento para mascota, un aparato electrodoméstico, o qué sé yo. Pero caramba, más de una hora ha pasado y ya estás realmente fastidiado. Estás a dos lugares de la caja y… se descompone. ¡Caray! Todo este tiempo se ha ido a la basura. Volteas a ver de derecha a izquierda la mejor opción, pero no hay. De pronto todos corren y tú dudas en moverte. La caja reanuda actividades y la señora de delante de ti se pelea con la cajera porque un producto lo cobraron mal, un niño cerillo va a corroborar el precio y éste es correcto; la señora no lo quiere pagar, la cajera no lo quiere cancelar, y al fin, el gerente llega a un arreglo con la clienta. Llega tu turno, pagas, no hay cambio, lo dejas, lo que quieres es salir corriendo. Parece que todos se ponen enfrente de ti y no te permiten la evacuación, pero empujas, avientas, usas la bolsa de alimento como escudo contra el mal de “todo al último”. Harto del caos, llegas a casa, tu perro ladra y tú le abres la bolsa entera, y fastidiado te vas a la cama. Al día siguiente tienes que barrer las croquetas que hay por toda la casa, y es cuando te preguntas, ¿Por qué? ¿Por qué todo hasta el último momento…?

* Juan Carlos Godoy estudia Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. Correo: jcgodoys10@gmail.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis comentarios:

1)Me gustó el tono de la columna y el recurso de escribir en segunda persona. Me pareció fresco y adecuado para el tema. El remate es muy bueno.

2)En mi opinión la principal aspiración de un texto así es enganchar y no soltar al lector mediante una narración ágil y simpática. Es más forma que contenido. Creo que Juan Carlos lo hizo bien, pero aún puede pulir más sus textos. Sobre todo evitar que por momentos se "atoren" o se "desvíen", provocando la pérdida del lector.

Saludos

Héctor

Anónimo dijo...

El texto es una buena aportación porque apuesta por el estilo, pero por lo mismo hay que ser muy cuidadoso. Casi todo el texto está en segunda persona (lo cual es un acierto) pero a veces cambia a primera persona: "pero, creo que no", "o qué sé yo".
En general logra un buen ritmo y atrapa al lector. La forma de describir lo que llevan en los carritos, por incisos, me parece muy buena.
En cuanto a la edición, la fotografía me parece inadecuada, no aporta nada. Y, no estoy seguro si pueda considerarse Columna (es más bien una pregunta).