12 junio 2007

¿Sexualidad reprimida?

Promueven que el juego sexual es lo importante



Foto: Especial

Lencería, látigos, artículos de broma, de uso en pareja o individual, se comercializan en las famosas sex shops.

Los productos que venden las sex shops han causado sensación desde su aparición hace ya miles de años, cuando sólo eran fortalecedores de la musculatura pélvica.

Perfil Mexicano
• 7 % de los mexicanos ha tenido sexo en grupo
• 1 de cada 10 ha usado “juguetes sexuales”
• Más de la mitad admitió haber visto una película pornográfica

Por Elizabeth Campos*


Si bien es cierto, la sex shop es un tema tabú para la sociedad queretana; el cual implica ciertos estándares de moralidad en el ámbito religioso, educativo y legislativo. Sin embargo, como todo tabú, se ha generado una necesidad en nuestra sociedad de opinar al respecto; y con esto me refiero a que, la falta de información tanto en jóvenes como en adultos que existe en nuestro país con relación a temas de sexualidad es inmensa.

En el 2004, la empresa Mitofsky realizó la primera encuesta nacional sobre sexo. Ésta última, arrojó resultados muy interesantes que ayudaron a crear el perfil del mexicano en este ámbito. La muestra fue de 1200 ciudadanos escogidos a nivel nacional, y una vez aplicada la encuesta las cifras comenzaron a impactar. El primer dato que llamó la atención fue que los mexicanos tienen en promedio 7.3 relaciones sexuales al mes. Si nos concentramos en esta cifra y otras que proporcionó la encuesta, tal vez podamos decir que las sex shops a nivel nacional sí han tenido algún impacto y trascendencia en los mexicanos.

Existen múltiples formas de ejercer la sexualidad libremente, sin embargo muchas veces ésta sexualidad casi siempre permanece en la prohibición. Ahora sabemos que estas tiendas sí existen en nuestro estado y comercializan cientos de artículos que están al alcance de casi todo el público, a excepción de los menores de edad.

En la legislación del 2001 estas tiendas se pensaron establecer con licencias tipo C, denominadas así por considerarse de “alto impacto social”, que se otorga a establecimientos como los table dance. Sin embargo, éstos últimos quedaron finalmente con licencia tipo B y las sex shop quedaron relegadas y sin figura legal específica, tal como expresa Lindsay Hernández en artículo especial de sex shops para La Jornada. Lo anterior muestra que no son ilegales pero tampoco tienen reconocimiento legal, es decir quedan en el limbo de la doble moral. Y por lo tanto se establecen como negocios con giro del tipo “venta de artículos para masajes o manufacturados” sin más especificación.

Actualmente nos encontramos en un país de personas insatisfechas sexualmente, dónde la causa principal de su insatisfacción es la falta de educación sexual. También se habla de un problema referente a una sociedad androcéntrica; porque si bien es cierto, antes estas tiendas estaban dirigidas exclusivamente al mercado masculino. Sin embargo, en los últimos días se incluyen cada vez más artículos dirigidos a las mujeres.

Las sex shops, tienen como premisa que el juego es lo más importante. Sin embargo habría que indagar sobre el trasfondo sociológico del mexicano; como el conflicto con la religión, ya que este juego de doble moralidad desencadena además el conflicto de géneros e ideologías clasificadas como las de ‘antes’ y las de ‘ahora’.

Si bien es cierto, hoy día existe una mayor apertura a estos temas por parte de los jóvenes en Querétaro, pero en el imaginario colectivo aún no se incluyen a este tipo de productos como cotidianos. Lo único que me queda por decir es que en el ámbito de lo cultural, la sexualidad juega un papel muy importante que al mismo tiempo marca las pautas en el desarrollo de la sociedad y por ello es importante dar seguimiento a estos fenómenos presentes a nivel local.

*Elizabeth Campos estudia la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. E-mail: A00884774@itesm.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola, hola. Es una prueba.