22 octubre 2006

Redefinen sentido del romanticismo

Pamela Rincón*

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente…” Cómo olvidar este verso del gran poeta chileno Pablo Neruda. Con una pequeña línea mueve emociones, despierta deseos y echa a volar a la imaginación. Uno quiere seguir leyendo y a la vez escapar de aquel poema que le eriza la piel, lo estremece y le ocasiona un estallido de sensaciones. Es un estado en donde se pone en juego el pensamiento, la emoción y la sensación. Es algo… naturalmente romántico.

El romanticismo se compone de escenarios extraordinarios, de palabras sutiles, de sentimientos a flor de piel y de destinos conjugados. Esta atmósfera y ese sesgo entorpecedor pero embriagante caducaron con el tiempo. Ahora, llaman romanticismo a un beso y una caricia violenta. Con esto no quiero decir que un beso de esa naturaleza no sea romántico, puede serlo si tiene el matiz poético, pero si es un simple desliz de la moral dando lugar a la tentadora y encantadora lujuria, aunque los resultados sean físicamente placenteros, la delicadeza se olvida y el hedonismo se convierte en el protagonista.

También se busca al romanticismo en personajes de películas de cine comercial como Jack y Rose (Titanic), Noah y Alley (Diarios de una Pasión) e inclusive en el conmovedor filme de un amor homosexual, Dennis del Mar y Jack (fucking)Twist. No podemos negar que dichas historias nos roban una sonrisa de la boca y nos hacen suspirar de vez en cuando, pero de romántico no tienen nada.

De igual forma, cabría mencionar al ya tan popular y famoso lugar conocido como el ciberespacio. El ser humano, por naturaleza, tiene la necesidad de sentir afecto y afiliación. Existen personas que, al no encontrar a aquel amante que cubra sus expectativas, cubren dicha necesidad con alguna pasión desenfrenada que les haga olvidarse de aquella tan poco exhaustiva búsqueda. Otras aprovechan la tecnología y deciden dedicar algo de tiempo al ocio. Buscan a la pareja perfecta en los múltiples sitios web en donde se pueda llegar a conocer a innumerables personas de todos lados del mundo, y si se tiene suerte…a su media naranja. Aunque la gente lo catalogue como romántico, el hecho de enamorarte (si es que se le puede considerar como tal) de un desconocido, es un insulto a todos aquellos que dedicaron tiempo y esfuerzo en imaginar, crear y plasmar con palabras, escenarios simplemente perfectos.

El verdadero romanticismo está en la tinta negra sobre blanco de todos aquellos poetas mexicanos y extranjeros. Xavier Villaurutia, Octavio Paz, Pablo Neruda, Jaime Sabines y Justo Sierra son algunos que se unen a la interminable lista de artistas que con sus poemas acarician y embriagan la imaginación del enamorado.

Poema XV
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

*Pamela Rincón estudia Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. Email: A00881898@itesm.mx

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimada Pamela:

Primero: Agradezco el tema que elegiste, porque hablar de poesía se echa tanto de menos en Sinergia y con valentía tocas el tema. Sin embargo, hay que hacer algunas modificaciones:


Si el verso de Neruda a ti te provoca tal estremecimiento, di que es a ti. Pero no a "uno". Estás hablando por el lector y eso es imposible. Ah y una precisión de género: si te quieres referir a ti y como eres mujer, debes escribir " a una...".

Dos: esquematizas a tal grado la corriente estética que creo que terminas confundiendo el uso común de "romántico" con el Romanticismo.

Tres: El fragmento de:
"El romanticismo se compone de escenarios extraordinarios, de palabras sutiles, de sentimientos a flor de piel y de destinos conjugados. Esta atmósfera y ese sesgo entorpecedor pero embriagante caducaron con el tiempo. Ahora, llaman romanticismo a un beso y una caricia violenta. Con esto no quiero decir que un beso de esa naturaleza no sea romántico, puede serlo si tiene el matiz poético, pero si es un simple desliz de la moral dando lugar a la tentadora y encantadora lujuria, aunque los resultados sean físicamente placenteros, la delicadeza se olvida y el hedonismo se convierte en el protagonista" suena a cita.

Perdón. No puedo aseverar que lo sea. Sólo que se parece a una. Sería ideal indicarlo, si así fuese. Y perdón si mi sospecha es infundada.

Se vuelve a torcer tu argumento cuando mencionas los ejemplos del cine que "arrancan una sonrisa" pero no son románticos. No queda clara la idea.

Cuando expresas que hay personas que por falta de afecto lo cubren con una "pasión desenfrenada" estas cayendo en un terrible lugar común y una falacia. Perdón, pero eso es un estereotipo. Hay que precisar.

De nuevo, confundes lo romántico con el romanticismo cuando hablas de los poetas como ejemplos verdaderos de lo ¿romántico? y además, redactas mal el párrafo. No estoy segura, pero si a Paz le preguntaras si se consideraría "romántico" es posible que se ofendiera.