Foto: Especial
México tiene un largo camino que recorrer y grandes obstáculos que sortear.
Cada mexicano debe aceptar su compromiso.
Este año, es un año de éxito, y para lograrlo, los mexicanos debemos trabajar junto a nuestro gobierno, lo hayamos o no elegido, estemos o no de acuerdo con él.
María Fernanda Pacheco*
A casi un mes de la entrada de nuestro nuevo gobierno y a unas cuantas horas del nuevo año, seguro que la mayoría de los mexicanos ya nos estamos preguntando que ha hecho o que hará el nuevo gobierno por nosotros. Preparados para juzgar el aumento o descenso de la corrupción, la inseguridad, la educación y la estabilidad de la moneda, entre muchas otras. Argumentando que este debería de ser un año diferente, lleno de avances y logros para el país. Sin embargo, su apreciación es equivocada. Pues, aún cuando, este sí debería de ser un año lleno de beneficios para México, no es únicamente responsabilidad del gobierno resolver los problemas que afronta el país; es responsabilidad de todos.
El paso del tiempo ha demostrado que el gobierno no puede hacerlo todo por si sólo y que si los ciudadanos no apoyan y trabajan en conjunto, el resultado será siempre el mismo. Se podría argumentar que el gobierno existe para solucionar los problemas sociales, pero si los ciudadanos dificultan su trabajo entonces nunca se alcanzara la meta deseada.
Este año, es un año de éxito, y para lograrlo, los mexicanos debemos trabajar junto a nuestro gobierno, lo hayamos o no elegido, estemos o no de acuerdo con él. Pues al fin y al cabo, este representa al país en el que vivimos. Al atacarlo y juzgarlo sólo se nos hacemos daño a nosotros mismos.
México tiene un largo camino que recorrer y grandes obstáculos que sortear. Todo sería más sencillo si nosotros como ciudadanos decidiéramos dejar a un lado las diferencias, olvidar los partidos políticos y concentrarse en su país, que necesita, hoy más que nunca, el apoyo y la unión de sus ciudadanos.
Este es el año para que cada persona que habite en el país se comprometa a ayudarlo, y lo ame más allá de un quince de septiembre o un veinticuatro de febrero. Ser mexicano es un compromiso, es más que exigir del gobierno la solución a todos o problemas que se puedan encontrar en el camino, es proponer y trabajar para lograr que el país se desarrolle constantemente. Es sacrificar el interés personal para devolverle a México todo lo que ha regalado, y que en ocasiones es menospreciado.
El 2007 es el año del cambio, en el que cada mexicano debe aceptar su compromiso, en lugar de delegar su obligación al gobierno. Pues sólo trabajando como país, se lograra mejorar.
*María Fernanda estudia Ciencias de la Comunicación en el ITESM CQ. Email: A00885977@itesm.mx
30 diciembre 2006
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