Según las investigaciones que ha hecho la OMS, aún no se han encontrado evidencias de que la exposición a radiofrecuencias sean dañinas para la salud.
Foto: Especial
Por Mario Francisco Sagrero *
No podemos negar que el uso de teléfonos celulares en todo el mundo es algo común en nuestros días. Estos dispositivos pueden ser usados como alarma, cámara fotográfica y de video, reproductor de mp3, agenda, calculadora, cronómetro, grabadora, radio, televisión, accede a Internet, envía correos electrónicos y mensajes escritos y obviamente nos permite hablar por teléfono entre otras cosas. Con tantas funciones incluidas, nuestra sociedad ha creado cierta dependencia a los teléfonos celulares, de tal manera que aunque no contemos con uno de éstos aparatos de todas maneras nos encontremos expuestos a las señales eléctricas que éstos utilizan.
Debido a los avances tecnológicos y a las necesidades actuales se han creado otros artículos inalámbricos que también funcionan con RF, tales como las redes inalámbricas de acceso a Internet. Por esta razón, ha surgido una creciente preocupación en la población que sabe que se encuentra expuesta a este tipo de señales y que piensa que esta exposición pueda causar algún daño grave a la salud. Por lo general este tipo de preocupaciones se deben a la falta de información o a los rumores y/o a noticias no confirmadas.
Según las investigaciones que ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún no se han encontrado evidencias de que la exposición a radiofrecuencias (RF) sea dañina para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. La única alteración a la salud que se tiene documentada es un pequeño aumento en la temperatura corporal, este cambio es menor a 1°C y sólo sucedería en caso de que estemos expuestos a un campo eléctrico de muy elevada intensidad; mientras estemos expuestos solamente a las señales de las redes inalámbricas o a las estaciones base que transmiten por medio de RF la información a los celulares, el aumento de temperatura que experimentará nuestro cuerpo no afectará a nuestra salud.
También se han realizado algunos estudios científicos en los que se ha experimentado con seres humanos y animales; a ellos se les han examinado las ondas cerebrales, las funciones intelectuales y el comportamiento después de sufrir la exposición a los campos de RF generados por los teléfonos celulares y hasta ahora no se ha obtenido algún registro de que hayan habido algún efecto negativo. Además, la intensidad de los campos en los que se realizaron dichos experimentos, era aproximadamente mil veces superior a la de los campos a los generados por las estaciones base o las redes inalámbricas; después de realizar estos experimentos no se encontraron pruebas de que produzcan alguna alteración.
Gracias a esto, la OMS puede asegurar que hasta el momento no hay ninguna prueba de que exista algún efecto que pueda trastornar la salud debido a la exposición a los campos de RF por lo que podemos estar tranquilos de que nuestra salud no corre riesgos al usar aparatos inalámbricos.
*Mario Francisco Sagrero Pimentel estudia la Ingeniería en Tecnologías Electrónicas en el ITESM CQ. E - mail: A00378109@itesm.mx
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